#1 Elimina la grasa focalizada
La pérdida de peso es un objetivo casi siempre presente a la hora de hacer deporte. Con la práctica del GAP se reduce la grasa corporal ubicada en glúteos, abdominales y piernas. Lo que se traduce en una pérdida de peso y fortalecimiento de las zonas trabajadas.
#2 Previene las lesiones de espalda
La práctica deportiva conlleva en muchos casos a dolores de espalda, sobre todo en la zona lumbar. Esto suele ser causa de malas posturas en la realización del deporte o por la carga añadida. En el caso del GAP, los movimientos que se realizan en su práctica fomentan que el cuerpo se estabilice y se refuerce esa zona del tronco. De este modo, no solo no aparecerán los dolores cervicales y del tronco, sino que desaparecerán.
#3 Ayuda a controlar la incontinencia
Sobre todo en personas de una edad avanzada. El GAP fortalece, entre otros, los músculos del suelo pélvico y alrededores. Favoreciendo así a la no aparición de problemas de incontinencia.
El GAP ofrece numerosos beneficios físicos así como mentales; ya que ayuda a sentirte más liberado y relajado tras su práctica. Ya conoces 3 motivos para descubrirlos ¿Te atreves a probarlo?